domingo, 21 de diciembre de 2008

Un cuento más....

Entonces tienen que nuestro personaje (digamos que le dicen "el salmonela") un día se fué a que le bolearan sus zapatos cerca del parque del pueblo del que es originario su madre ubicado en un estado del sur del país debido a que esa noche iba a asistir a una fiesta de un familiar. En ese momento era acompañado por su hermano y unos de sus primos. Mientras le boleaban los zapatos se acerco una persona de esas que andan vendiendo productos variados para financiar las actividades de (supuestamente) centros de rehabilitación:

Hombre (despeinado, con una playera con temática evangélica hablando hacia todos): Buenas tardes, vengo del centro "Fulanito de Tal" a invitarlos, si conocen a una persona que se encuentre en las garras de las drogas y el alcohol a que acuda al centro, ya que allí se le ayuda a la gente para alejarse del vicio. Como se podrán dar cuenta, este centro solamente recibe dinero de donaciones y (mostrando una bolsita de dulcecillos) con lo que podemos obtener con la venta de estos dulces. ¿No quieren unos? Son caramelo macizo, lo que sea su voluntad.

Nuestro personaje trata de hacer entender a la persona esta que no tiene dinero, que solo lleva para la limpiada de los zapatos..... obviamente, todo con señas, no quiere decir nada.

Hombre: Muchas gracias de todos modos...... (mira a nuestro personaje con cierta mirada pervertida) Por cierto, el centro se encuentra en la calle X número blah (le agarra el hombro como queriendo invitarlo a otra cosa que no es precisamente un centro de rehabilitación), por si algún día se te ofrece...

Nuestro personaje (queriendo soltar mentadas de madre al sujeto ese): Sí, gracias, pero ahorita no..... (se pone a leer el periódico amarillista en donde la portada principal son mujeres en pelotas que estaba leyendo antes de que llegara la persona, solamente que ahora se lo pone cerca del rostro, como queriendo decir a la persona esta se vaya a la verga)

Epílogo:
Cuando le terminaron de bolear los zapatos a nuestro personaje y se iban en dirección a tomar el colectivo que los llevara de regreso a la casa de sus familiares, los familiares del personaje se empezaron a reir, y nuestro personaje solamente alcanzó a murmurar (colorado de la pena) "Pinche adicto hideputa...."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajajajajajajajajaja, no ma...

Ya, hazle caso y ve al Centro Fulanito de tal